Luego de la comida y el postre, nos paseamos un poco por la playa y Lilly (la hijita de mi prima) y mis hijos estuvieron de lo más bien disfrutando de la especie de piscina que se forma en marea baja entre la playa y un banco de arena como a 100 metros mar adentro.
No cabe decir que Angel estuvo mas que contento de no solamente haber salido con su tio sino haber ido a la playa a jugar un rato.
El día de su cumpleaños estuvo igualmente feliz jugando con los regalos de su tío y los nuestros.
